viernes, 14 de agosto de 2009

100 días de Gobierno Vasco

Transcurridos los 100 días de rigor que hay que dar a cada nuevo gobierno, sólo puedo decir que al gobierno PPSE es, cuando menos, decepcionante.
Cuando Patxi López obtuvo la lehendakaritza de la mano de Basagoiti y sus chicos, El Correo, El País y demás folletines seguidistas se apresuraron a subrayar la importancia del cambio en Euskadi (por cierto, que fácil tiene que ser gobernar con todos los medios haciéndote la pelota), nos presentaron a López como el Obama vasco, el Gorbachov de Portugalete, y después de 100 días qué?
Nada, después de cien días nada, lo único que son capaces de resaltar tras cien días de Gobierno es la normalidad.
Todo es tan normal, tan, tan normal, que es hasta vulgar,un gobierno, soso, seco, sin ideas, sin proyectos y sin liderazgo.
Tras cien días de gobierno al más puro estilo Zapateril, no tenemos nada, salvo toda una campaña de publicidad gratuita, (para eso están Vocento, Prisa y EITB), en torno a la política antiterrorista, que, básicamente, consiste en retirar carteles con fotos de presos.
Pues para este viaje...
El PSOE en sí mismo, ya lo hace mal, no hay más que ver como van las cosas por el Estado, pero si encima tiene que pactar con el PP, entonces ya es el acabose.
Euskadi necesita medidas de verdad para atajar la crisis económica, dar una respuesta a las miles de pequeñas empresas que no obtienen un mal crédito, dar una respuesta a las familias que ven cómo se les agotan los plazos del INEM sin perspectivas de encontrar nuevos empleos, vamos, algo más que quitar carteles, que no digo yo que esté mal, pero de retirar carteles no vivimos.
Cuando empiece la vuelta al curso escolar, ¿qué les va a decir López a los que no pueden pagar los libros de sus hijos? ¿Qué les va a decir a los que empiezan en la facultad con el padre y la madre en paro sin dinero para pagar el autobús que les lleve de campus a campus?
¿Qué se les va a decir a los que siguen amenazados por ETA y se les prometió el final de terrorismo?
Sr. López, háganos un favor, menos slogan y más política, que para ser Obama le falta color y para ser Gorbachov le falta carisma.