jueves, 19 de julio de 2012

Unir fuerzas

Aunque el Lehendakari no quiera, que no quiere, a más tardar el primer trimestre del año que viene tendrá que convocar elecciones autonómicas en Euskadi.
Unas elecciones marcadas en lo social por un ataque brutal y sin precedentes al estado de bienestar y en lo político por la vuelta de la izquierda abertzale a la legalidad y la inactividad de ETA.
Ante este panorama, PNV,PSE,PP y Bildu se han apresurado a iniciar una campaña -en la que participan todos por igual- para eliminar cualquier presencia institucional de formaciones políticas ajenas a ellas mismas.
Los cuatro bloques; los cuatro candidatos a lehendakari; los cuatro ejes; todos, desde el PP hasta Bildu, han puesto en marcha todas sus maquinarias de propaganda- sondeos, encuestas y medios de comunicación incluidos- para hacer creer a la ciudadanía que sólo hay cuatro ofertas electorales en Euskadi y que el resto poco o nada podemos hacer.
El bipartidismo con txapela, vamos.
Sin embargo, en su contra está la historia (nunca ha habido representadas sólo cuatro fuerzas en el Parlamento Vasco) y la realidad. Euskadi no puede dividirse sólo en cuatro y ellos lo saben.
Pero el ataque está siendo permanente ya que la socialdemocracia no quiere a nadie a su izquierda; el independentismo no quiere oír hablar de un modelo de encaje en el estado español que respete el derecho a decidir y la derecha, bueno, la derecha cuanto menos gente tenga con la que discutir, mejor.
Ante esta situación, la izquierda alternativa y transformadora tenemos la obligación de unir nuestras fuerzas para la consolidación de un frente común anticapitalista y federal.
Son muchas las organizaciones políticas, sociales y sindicales que no están representadas en la oferta electoral de PNV, PSE, Bilbu o PP, y creo que merece la pena hacer el esfuerzo de apartar nuestras diferencias ya sea en lo nacional, ya sea en lo histórico-personal, para conseguir aglutinar al mayor número de gente posible en torno a una candidatura sólida que haga frente a las alternativas que unos y otros plantean para salir de la crisis y que no incluyen cuestionarse el sistema económico en sí.
Ecologistas, feministas, anticapitalistas, sindicalistas, abertzales de izquierdas etc. tenemos un reto en las siguientes elecciones como es el de conseguir que nuestra voz pueda ser escuchada también en la cámara vasca.
En las pasadas elecciones generales, Izquierda Unida acudió en coalición con 11 formaciones políticas distintas, sigamos el ejemplo y no dejemos que el interés de unos convierta el Parlamento en la representación de una Euskadi parcial.

miércoles, 11 de julio de 2012

Brotes verdes

Según wikipedia: Los brotes verdes (en inglés green shoots), en política, son una metáfora que se utiliza para indicar signos de recuperación económica tras una crisis.

Hoy, por lo tanto, después de que Rajoy haya condenado a las clases populares a la ruina, a las medias a la pobreza y a los ricos... bueno, a esos no les afectan las medidas de recorte, no parece el día más apropiado para hablar de brotes verdes.
Pero los brotes verdes, además de ser una metáfora en política para las crisis económicas como dice wikipedia, también son un símbolo de esperanza, del crecimiento de algo nuevo.
De ahí el título de este post, porque brotes verdes fueron los que vimos ayer en Madrid con la llegada de los mineros y mineras.
La esperanza del despertar de una sociedad que empieza a movilizarse no sólo en defensa de lo que le afecta en primera persona, sino en la defensa de los derechos de otros y otras, en este caso de las personas que trabajan en la minería.
El crecimiento de un sentimiento de solidaridad hacia quien con toda la dignidad del mundo y puño en alto, ha hecho un camino de cientos de kilómetros a pie para defender su trabajo, aunque éste es uno de los más duros del mundo o precisamente por eso.
Como cabía esperar, la llegada de los mineros no pudo ser vista en directo por 5 o 6 cadenas de televisión a la vez como ocurrió con los 23 borrachuzos de la selección española de fútbol, pero a través de otros medios sí pudimos ver cómo Madrid se llenó de solidaridad, de lucha por la dignidad y de rechazo a las medidas de recorte que por mor del bienestar bancario nos están aplicando día sí y día también.
Brotes verdes para un país que parecía abocado a la defensa de lo individual, el desánimo y la resignación a la pérdida de unos derechos, que por otro lado, nadie nos los regaló sino que los arrebatamos a través de la lucha.
Enhorabuena a los y las mineras que, una vez más, han dado una lección de lo que es la lucha, la defensa de lo que creen es justo y la movilización colectiva como fórmula para defender lo que es nuestro y unos pocos miserables quieren arrebatarnos.
P.D. Mientras escribo este post, hay quien con sus grandes botas negras pretende pisar esos brotes verdes, no les dejemos!!! http://t.co/BMnqOKOQ






jueves, 5 de julio de 2012

Bankia y lo público

Hay días en los que a uno se le hace muy cuesta arriba poner en valor lo público sobre lo privado y la importancia de la política en diferentes ámbitos de la vida, particularmente el financiero.
La admisión a trámite de la querella contra los responsables de Bankia y la vinculación de muchos de los 33 imputados con partidos y sindicatos, no hace sino profundizar en la percepción general de la ciudadanía de que la política lejos de formar parte de la solución, forma parte del problema.
Sin embargo, flaco favor le estamos haciendo a la búsqueda de una salida alternativa a la crisis, si del mal ejemplo de Bankia la única conclusión que sacamos es que son mucho mejores el BBVA o el Santander que una Banca Pública.
No seré yo quien saque la cara ni a las personas que han formado parte del Consejo de Administración de Bankia ni a los partidos que los nombraron (incluyendo el mío), a la vista está que alguna responsabilidad tienen en todo este asunto, pero no hagamos de la parte un todo.
Desde mi punto de vista, el problema de Bankia no ha sido sólo que en el Consejo de Administración hubiera responsables políticos, sino la ausencia de controles reales a su gestión.
Si el Consejo de Administración hubiera estado compuesto sólo por técnicos, seguramente el resultado hubiera sido el mismo, no hay más que ver la cantidad de bancos privados que han sido absorbidos a precio de saldo; el problema ha sido otro, la impunidad que han tenido todos estos responsables durante décadas.
Habrá que ver cómo acaba el asunto, tampoco descartaría que tras el juicio se vayan todos de rositas, pero el objetivo para el futuro no debe ser que quien gestione mal pague con su patrimonio personal-que también-sino que no haya opciones de que alguien gestione tan mal como para poner en peligro los ahorros de 11 millones de clientes como tiene Bankia.
Si seguimos fiando el control del mercado financiero a agencias de rating o asesorías privadas y no se establecen verdaderas legislaciones nacionales e internacionales para limitar el negocio financiero, dentro de diez o veinte años, volveremos a estar igual.
En este sentido, el hecho de que haya tenido que ser un partido político y no la fiscalía quien haya iniciado de oficio la querella no apunta a nada bueno.