La anunciada autodisolución de Ekin, sólo puede interpretarse como un paso más en el camino hacia una paz que cada día tenemos más cerca.
El hecho de que Ekin fuera una organización, otra más, ilegalizada y que se haya mantenido en la clandestinidad durante tantos años y ahora se incorpore a la estrategia exclusivamente política de la IA, es un movimiento que no hay que desdeñar.
Ignoro que incidencia real tenían dentro de la izquierda abertzale, en el ámbito público, por razón de su ilegalización, muy poca, pero intuyo que más de lo que muchos creemos.
Así pues, un engranaje menos en aquello que Aznar llamó en su día MNLV,lo que desde mi punto de vista es una buena noticia.
No obstante, seguimos esperando el día en que ETA haga lo propio, si bien cabe pensar, que cada día que pasa falta uno menos.
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