En uno de los primeros debates televisivos que participé, corría el año 98 y el debate era en ETB1 y por lo tanto en euskera, le dije a Arnaldo Otegi que el problema de la IA con respecto a la violencia es que nunca habían tenido la misma consideración hacia las víctimas de las distintas violencias y que hasta que no rechazaran de la misma manera un caso de torturas y un atentado de ETA, no podía decir que ellos rechazaban todas las vulneraciones de DDHH, que es el discurso que empleaban por aquel entonces.
Recuerdo que se me ofendió muchísimo y me dijo que mi comentario le resultaba "doloroso".
Pues bien, 14 años después, la IA reconoció ayer que efectivamente, no habían tenido la misma sensibilidad con todas las víctimas y que incluso, puede que llegaran a humillar a las de ETA con su acción o más bien, inacción política.
Esta es la parte más positiva de la lectura de un comunicado, que, por otro lado, nadie puede negar hubiera sido impensable hace apenas un año.
La izquierda abertzale, a través de diferentes comunicados y escenificaciones varias va dando tímidos pasos hasta llegar a donde algunos llevamos instalados muchísimos años, pero hay una cuestión que todavía no han abordado y que creo se la deben a la ciudadanía vasca: la crítica abierta a la propia ETA.
Conviene recordar, que el 90% de los atentados de ha cometido ETA los ha llevado a cabo tras la aprobación del estatuto de Gernika por la mayoría de la ciudadanía vasca y por lo tanto, en base a su estricta visión de la realidad política vasca que no era compartida por nadie más que por ella misma.
No se puede, por lo tanto, hacer borrón y cuenta nueva apelando únicamente al dolor causado por unos y por otros, sino que es responsabilidad de la IA subrayar la crueldad, inutilidad y el error que ha supuesto ETA durante los últimos 30 años.
Mientras no hagan esto, nadie les debe negar su derecho a participar en ninguna institución, ni se puede aparcar el tema de los presos, ni desde luego el debate político de fondo, pero mientras no hagan esa lectura, para mí, seguirán teniendo una deuda con toda la ciudadanía y no sólo con las víctimas de la violencia.
P.D. Sirva el presente post asimismo, para volver a reclamar la puesta en libertad inmediata de Arnaldo Otegi y el resto de personas encausadas en el proceso Bateragune que continúan en prisión.
Lo primero que he de decir, Mikel, es que estoy deacuerdo con el texto al 100%. A pesar de que, lo de hoy, ha sido un paso muy importante, todavía queda por hacer.
ResponderEliminarAunque, permíteme que le dé una vuelta a tu argumentación: Yo comparto que los últimos 30 años de ETA han sido un sin sentido de horror que se tenían que haber ahorrado. Pero, mucho presos de ETA, no van a reconocer eso jamás. Esa gente (según ellos, claro), son liberadores de Euskal Herria y han sacrificado sus vidas por la libertad de los vascos/as. Muchos de ellos, tienen condenas muy largas. ¿Crees que van a ser capaces de reconocer que han tirado por la borda un tercio de su existencia por algo que no tenía lógica? ¿Que se van a dar cuenta de que la han cagado, de que esa gente que mataron o hirieron no se merecía ese castigo?
Pues hay quien ya lo ha hecho y, desde luego, comparto que todos lo deberían hacer. Y, en mi opinión, hasta que los presos de ETA no tomen este camino, los que directa o indirectamente no les representan, no lo van a hacer. Pero, sinceramente, no veo, por ejemplo, al señor Ternera haciendo eso (ojalá me equivoque, te lo aseguro).
Yo creo que, además de palabras y reconocer lo que tú has dicho, ETA debería dejar libre de una vez a este pueblo y, eso, se hace dejando las armas y disolviéndose de una puta vez.
Y, en cuanto a lo de Otegi, yo creo que ha sido uno de los iniciadores de este proceso de paz. Debería estar en la calle.
También me gustaría decir que, una cosa es hacer algo mal insultando, robando o haciendo mil acciones malignas de las que somos capaces los seres humanos y, otra muy distinta,es matar. Perdonar que mataran contra un familiar o amigo tuyo o que atentaran contra ti es muy difícil.
ResponderEliminarEn ambos casos, cuando sucede, me parece un acto de infinita generosidad el hecho de que, por ejemplo, hayan matado a tu padre o madre y que seas capaz de perdonar (he de reconocer que, a mí, creo, me resultaría imposible).
En el segundo supuesto que he expuesto, es decir, en caso de sufrir un atentado, quiero resaltar a Gorka Landaburu que, aunque en el ámbito político no estoy deacuerdo con él en todo, tengo que reconocerle mucha valentía, generosidad y pundonor a la hora de ir a la cárcel de Nanclares y ser capaz de hablar y aceptar las disculpas de los que atentaron contra él y le dejaron ciego de un ojo y le amputaron varios dedos. Me parece todo un señor.
Y, ese creo que es el camino. Pero es camino de dolor duro y difícil. A ver si, entre todos, lo conseguimos.