Hoy es el último día del periodo de sesiones en el Parlamento, o lo que es lo mismo, la víspera de las vacaciones.
La decisión ha sido de la Junta de Portavoces, bueno, en realidad, de la mayoría que sostiene el Gobierno.
La cuestión es que como consecuencia del asesinato de Eduardo Puelles, la Presidenta de la mesa, entonces sí, por consenso de todos los grupos, decidió suspender el pleno de control que teníamos previsto.
Hasta ahí, nada nuevo bajo el sol.
El problema vino cuando en la Junta de Portavoces, PP y PSE nos anunciaron que habían decidido posponer el pleno ordinario previsto para este jueves , 25 de junio, y cambiarlo por el de control que hubo que suspender, el del día 19.
Nadie puso peros a esa pretensión, pero todos los grupos convinimos en que lo más conveniente era celebrar el pleno del 25 a lo largo de esta semana. Bueno, todos los grupos, salvo PSE y PP.
Al final se impuso el rodillo, son 38 escaños, así que nada podíamos hacer los demás.
Lo más triste de todo esto, además de la imagen de inactividad que nos hacen dar a los políticos, es que la verdadera razón por la que no quisieron celebrar ese pleno fue la de no escenificar sus diferencias en torno a una proposición no de ley que solicita la disolución de los ayuntamientos de ANV.
Así que, ni había que habilitar periodos extraordinarios, ni nada que se le parezca, para que no haya bronca entre los socios de gobierno, se aplaza el pleno y paz.
No entiendo además, porqué tenemos que tener dos meses de vacaciones y menos en un año de elecciones en los que sólo ha habido dos plenos.
Ellos y ellas sabrán, pero si por mi hubiera sido, hubiéramos trabajado en Julio como todo hijo de vecino, que estamos en crisis, ¡caramba.!!
Pues sí, Mikel, de acuerdo que no es el mejor ejemplo para la ciudadanía del país.
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