Ayer estuve con un grupo de padres y madres de Pasaia.
Xabier Pombo, nuestro concejal en Pasaia, me comentó hace un tiempo que había un grupo de padres y madres reivindicando la construcción de una escuela pública de secundaria en Pasaia, ya que en este momento sus hijos e hijas, una vez finalizado el primer ciclo, tenían que cambiar de centro y asistir a uno en Donosti.
Más allá de la reivindicación, a todas luces justa y razonable, y por la que pelearemos en el Parlamento, me gustó mucho la posibilidad de poder escuchar a un grupo de personas, unidas en torno a una petición que entienden es buena para el pueblo, independientemente de su ideología política en otros ámbitos.
En este país ponemos tantas etiquetas, que, a veces, se hace imposible articular unos mínimos movimientos sociales o vecinales, o lo que es peor, una vez articulados les ponemos las etiquetas, y acaban quedando en nada.
Y me encantó el hecho de que me llamaran y me expusieran sus peticiones para poderlas trasladar al Parlamento.
Lo he dicho siempre y lo vuelvo a decir ahora, los políticos, y más los liberados como yo, tendríamos que hacer un esfuerzo muy especial por abandonar nuestros despachos en las instituciones, reunirnos con diferentes colectivos y trasladar al Parlamento las peticiones de diferentes grupos sociales, que, muchas veces quedan en nada, simplemente porque no conocen a nadie que les pueda echar una mano en partidos o sindicatos.
Gracias, por venir a vernos, escucharnos y dedicarnos tu tiempo.
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