Ayer en el Parlamento, una vez más, el PP volvió a hacer un flaco favor a las víctimas del terrorismo y a la convivencia en Euskadi.
Os cuento, el PP presentó una PNL en la que pedía que la cámara hiciera suyo el documento firmado por muchas de las asociaciones de las víctimas de terrorismo, en el que se apuesta por un final de ETA "sin impunidad".
Como al PSE la propuesta inicial del PP le resultaba un poco demasiado, pactó una enmienda transaccional que tenía 4 puntos.
El primero hacía una valoración positiva de ese documento, el segundo decía que las víctimas deben tener voz en un eventual final de ETA, pero que la decisión final corresponde a las instituciones, el tercero hablaba del cumplimiento íntegro de las penas y el cuarto de que la paz no puede negociarse políticamente con ETA.
Yo les propuse a PP y PSE votar su texto por puntos y lo mismo hizo el PNV, en la idea de votar a favor de los puntos 2 y 4 y en contra de los puntos 1 y 3.
El motivo para votar en contra de los puntos 1 y 3 tienen que ver con mi desacuerdo en alguno de los contenidos del documento de las víctimas como son: el cumplimiento íntegro de las condenas y la necesidad de condenar la historia de ETA para participar en las instituciones.
Con respecto al primero, soy un firme defensor de la reinserción social, sea quien sea el preso, el objetivo de las penas privativas de libertad no puede ser la venganza y las víctimas así lo piden en su documento, aunque ellas le llaman justicia.
La segunda cuestión con la que estoy en desacuerdo es que para que Sortu sea legal tenga que condenar toda la historia de ETA.
Éste es un requisito ético o político pero en ningún caso jurídico, así que desde mi punto de vista no ha lugar.
Pues bien, cuando íbamos a iniciar la votación, con lo que el Parlamento hubiera mantenido sus consensos clásicos en torno a la no negociación política con ETA y el papel de las víctimas, el PP se negó a realizar la votación de esa manera e hizo que el texto se votará en su integridad.
Conclusión, nueva votación de frentes en un tema tan sensible como este.
Digna de ver fue la cara de los parlamentarios del PSE que sí querían que se votara por puntos, cuando su socio, por segunda vez en el día, les enmendaba la plana.
Eso es el "precio del poder".
ResponderEliminarLamentaable, don Mikel. Euskadi debería llamarse Frentilandia, Frenteguistán, FrontHerria o algo así: no aprendemos. Algunos siguen dividiendo (o intentándolo) el país en vencedores y vencidos, triunfadores y derrotados. Y así no vamos a ninguna parte.
ResponderEliminarQué bueno el amigo Médem, con su Piel contra la Piedra. Un retrato muy adecuado para esta situación, unos años después. Una historia de frentes, de rebotes, de piel y piedra dándonos de hostias.
Siga usted representándonos a quienes no somos ni piel ni piedra, por favor, ni queremos ser la parte ganadora ni la vencida, ni queremos derrotar ni ser derrotados. Lo hace usted muy bien y se lo agradecemos.